"Porque la aflicción no sale del polvo, ni brota de la tierra la molestia; sino que, como los relámpagos se levantan para volar por el aire, así el hombre engendra su propia aflicción. Ciertamente yo en tu lugar buscaría a Dios, y encomendaría a él mi causa".
Job 5, 6-8

junio 08, 2013

¿NUEVA ETAPA? ¿O MÁS DE LO MISMO?


Hoy es un gran día, piensa Simón, se regocija la democracia.  Tenemos un nuevo Presidente.  Eso es bueno.  La alternabilidad en la conducción de la “cosa pública”.  Es muy buena.  Ojala, quiera Dios, que esto sea el fin del mesianismo político, que tanto daño le ha hecho a este “paisito abandonado a su suerte”.
Simón, camina por las calles de Santo Domingo viendo el regocijo, que al igual que él, demuestran la mayoría de los dominicanos.  En su recorrido, ensimismado, observando la algarabía de la gente; casi de manera inconsciente, llega a la casa de su gran amiga Ada.
Ada, que conoce muy bien a Simón, preparó la terraza para darle la bienvenida.  A sabiendas de que Simón es apolítico, preparó el ambiente para celebrar el triunfo de la democracia.
—Ada, ¿y esta puerta abierta?
—Sabía que usted vendría, por eso la dejé así.
—¿Oíste el discurso…?
Simón no pudo terminar la frase.  Al caminar a la terraza, se quedó boquiabierto.  En realidad, Ada, se había lucido con la decoración.  El ambiente creado parecía más bien la celebración de un aniversario de boda.  Dispuso en el centro de la terraza una mesa redonda cubierta con un mantel blanco de lino y otro de igual tela sobre éste, pero cuadrado de color morado.  Las mecedoras recién empajilladas y lustradas lucían excepcionalmente impresionantes para la ocasión.  El aroma de los fettuccinis con camarones en salsa de ajo y limón escapan del chafing dish, que celoso los guarda.  Sobre la mesa, una hielera de cristal de Murano con ribetes de oro aporta el glamour, mantiene a la temperatura ideal una botella de Moët & Chandon colección del 2004, conservada por Ada para una gran ocasión y que sólo compartiría con su gran amigo Simón.

—La verdad, Ada, que no esperaba algo así.  Siempre creí que tu no tenias afiliación política, pero veo que sí.
—No Simón, no es afiliación, es amor a la democracia.  Me gustaría que esto lo pudiéramos celebrar cada cuatro años en nombre de la institucionalidad.
—Amén.  ¿Viste la toma de posesión?
—Claro que sí, me quedé esperándolo, pensé que usted vendría en la mañana.
—Bueno, el licenciado Danilo Medina Sánchez, es oficialmente presidente de este paisito.
—¿Félix Sánchez es familia de Danilo, Simón?
—Yo no sé, pero me pareció extraño que la vicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, se haya tirado solita los actos protocolares de la Toma de Posesión.  Espero que éste destacado corredor no le esté dando una carrera al Dr. Leonel Fernández por encargo del Lic. Medina.
—Destape la botella de champaña y déjese de estar relajando con la figura del presidente Fernández.
—Ex.
—Es y seguirá siéndolo no le quepa la menor duda, Simón.  Lo dejó todo bien amarrado para hacer lo mismo que hacía Balaguer.
—¿Vuelve y vuelve?
—Usted vivió esa época, no se haga el loco.
—Cuidado Ada con el corcho, allá va.  ¡Me encanta ese sonido!
Dos copas de cristal de Murano ribeteadas de oro fueron llenadas hasta la mitad por Simón.  Las burbujas atrapadas en el mar amarillo brillante saltaban de alegría sobre la pared de la copa, semejando una llovizna a través de una ventana.
—Salud, Ada.
—Salud Simón.
—Tú sabes, Ada, que me llamó la atención, que Leonel no estuviera a la vista después de salir de la Asamblea Nacional.
—A mí me pareció un buen gesto, Simón, que el presidente Fernández no participara en los actos protocolares junto al Lic. Medina.
—Es cierto, la figura del ex mandatario se hubiera visto como una extensión de su mandato y no como se quiere, que es llevar a la ciudadanía la convicción de que este nuevo gobierno no será más de lo mismo.
—Te echo más o así está bien.
—Eso se ve que está delicioso, Ada, es verdad lo que dicen, que el hambre entra por los ojos.  Échame un poco más.
—Siempre critiqué, Simón, el hecho de que en los gobiernos tanto del PRD como del PLD no se iniciara un plan nacional de alfabetización como el que realizó Nicaragua a la luz del gobierno sandinista.  Saludo esta propuesta de Danilo.
—A mi me preocupan dos cosas Ada, una es que Danilo Medina a todas luces es un mandatario de corte socialista, por no decir comunista y todas las propuestas de campaña ratificadas en su discurso de toma de posesión tienen un gran componente social, que al parecer lo que busca es cerrar la brecha entre ricos y pobres.  Pero tú sabes tanto como yo, que el capitalismo se alimenta de analfabetismo y consumo irracional.  La otra es, que tengo el temor de que estos programas sociales afecten los intereses de los grandes capitales y que sean bombardeados por los poderes fácticos, resultando al final desechados.  Espero que este gobierno que nace lleno de esperanzas no se convierta en una nueva frustración para los dominicanos.
—Vamos a ser positivos, Simón, dejemos de anteponer los malos augurios y esperemos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
—Anda pal caraj… que tarde se hizo, Ada, tengo que irme.
—¿Y porque no se queda, Simón?
—¿No te importa que me quede?
—¿Qué usted cree?