En las mañanas de
camino a la oficina me detengo en un puesto de frutas a comprar guineos para el
almuerzo, quien lo atiende es de nacionalidad haitiana, no digo haitiano por lo
que el término de manera despectiva encierra para muchos dominicanos y otros no
dominicanos. Haitiano es sinónimo de desprecio, plagas, hacinamiento, promiscuidad
y salvajismo, como dije para muchos dominicanos y otros. Por eso no diré la
palabra haitiano para referirme a un nacional de Haití, y así, mantener el
respeto por nuestros hermanos insulares.